Tony de Zúñiga, artista de comics e ilustrador filipino, falleció el pasado 11 de mayo a los 79 años de edad.
Nacido en Manila, Filipinas, De Zúñiga empezó a trabajar en la industria gráfica de su país a los dieciséis años, trabajando como letrerista en la revista Liwayway, donde conoció y colaboró con artistas como Alfredo Alcalá y Nestor Redondo.
Estudió en la Universidad de Santo Tomás, en su natal Manila, donde obtuvo un título en arte comercial. En 1962 se mudó temporalmente a la ciudad de Nueva York para estudiar diseño gráfico. De regreso en su país comenzó a trabajar en diseño publicitario, convirtiéndose pronto en director de una importante agencia local.
Cuando la economía filipina comenzó a deteriorarse bajo la dictadura de Ferdinand Marcos, DeZúñiga emigró junto con su recién formada familia a los Estados Unidos en busca de mayor estabilidad. Pronto halló una plaza como ilustrador en Scholastic Publications, trabajando en arte interior y portadas para diferentes proyectos de la editorial. En 1971 realizó pruebas para DC Comics, impresionando al editor Joe Orlando por su versatilidad y rápidez. Entre 1971 y 1972 realizó diversas colaboraciones en varios de los títulos antológicos de la editorial, como Weird Western Tales, Weird War Tales, Witching Hour, House of Secrets y All-Star Western. En el #10 de ésta última, colaboró con el escritor John Albano para crear a uno de los personajes más icónicos del género: Jonah Hex.
Su gran velocidad para trabajar, además de su disposición a hacer lápices, tintas, o ambos, lo convirtieron en uno de los artistas con mayor regularidad en el establo de DC. Otro proyecto memorable de esos primeros años fue la co-creación, con el guionista Sheldon Mayer, de la Black Orchid original. En 1972, por encargo de Orlando y de Carmine Infantino, viajó de vuelta a Filipinas para reclutar artistas para DC. Un par de años más tarde haría lo mismo para Marvel Comics, siendo el principal responsable de abrirle las puertas a toda una generación de talentosos artistas filipinos.
En Marvel, De Zúñiga y varios de sus compatriotas fueron parte esencial del nacimiento de una serie de títulos con formato de revista, y fue ahí donde se consagró como uno de los mejores entintadores del medio. Sus colaboraciones con John Buscema en Doc Savage, Thor, y Savage Sword of Conan son un gran ejemplo de ello.
En los 1980s regresó a DC para convertirse en el artista regular de Jonah Hex, además de participar en varios otros proyectos, como Arak Son of Thunder, Infinity Inc, All-Star Squadron, V, y Action Comics. También fue durante ese periodo que se convirtió en ilustrador conceptual para SEGA, trabajando con el popular fabricante de videojuegos tanto en América como en Japón. A fines de esa década regresó a Marvel, donde trabajó principalmente como entintador en toda clase de miniseries y proyectos limitados.
Entre sus diferentes ocupaciones en los comics, De Zúñiga se dio tiempo para trabajar como ilustrador freelance en editoriales como McGraw-Hill o Scholastic, además de TSR, para quienes realizó diversas piezas para su popular serie de Dungeons and Dragons. En los 1990s trabajó para Now Comics en varios títulos de licencias, como Green Hornet, The Twilight Zone, Universal Soldier, Freejack, y Mr. T and the T-Force antes de volver a Marvel para otra breve estadía.
Prácticamente retirado del medio, De Zúñiga dedicó la mayor parte de los años siguientes a pintar y realizar algunas comisiones aisladas, además de dar clases de dibujo e ilustración. En 2010 salió del retiro para colaborar con Justin Gray y Jimmy Palmiotti en la excelente novela gráfica Jonah Hex: No Way Back, que se convertiría en su último trabajo publicado en el medio.
En abril pasado el artista sufrió un infarto que lo dejó muy delicado de salud. Tras contraer neumonía y una infección, De Zúñiga fue internado en el Hospital Doctores de las Piñas, en Filipinas, donde permaneció en el ala de terapia intensiva. Al difundirse la noticia de su estado de salud, varios creativos y aficonados de comics iniciaron una campaña para reunir fondos que permitieran pagar su atención, recibiendo una calurosa respuesta tanto en Filipinas como en los Estados Unidos.
Sin embargo, su salud se encontraba ya bastante deteriorada y su recuperación no fue posible. Finalmente, el pasado 11 de mayo, Tony De Zúñiga falleció a los setenta y nueve años de edad.
Descanse en paz.
Nacido en Manila, Filipinas, De Zúñiga empezó a trabajar en la industria gráfica de su país a los dieciséis años, trabajando como letrerista en la revista Liwayway, donde conoció y colaboró con artistas como Alfredo Alcalá y Nestor Redondo.
Estudió en la Universidad de Santo Tomás, en su natal Manila, donde obtuvo un título en arte comercial. En 1962 se mudó temporalmente a la ciudad de Nueva York para estudiar diseño gráfico. De regreso en su país comenzó a trabajar en diseño publicitario, convirtiéndose pronto en director de una importante agencia local.
Cuando la economía filipina comenzó a deteriorarse bajo la dictadura de Ferdinand Marcos, DeZúñiga emigró junto con su recién formada familia a los Estados Unidos en busca de mayor estabilidad. Pronto halló una plaza como ilustrador en Scholastic Publications, trabajando en arte interior y portadas para diferentes proyectos de la editorial. En 1971 realizó pruebas para DC Comics, impresionando al editor Joe Orlando por su versatilidad y rápidez. Entre 1971 y 1972 realizó diversas colaboraciones en varios de los títulos antológicos de la editorial, como Weird Western Tales, Weird War Tales, Witching Hour, House of Secrets y All-Star Western. En el #10 de ésta última, colaboró con el escritor John Albano para crear a uno de los personajes más icónicos del género: Jonah Hex.
Su gran velocidad para trabajar, además de su disposición a hacer lápices, tintas, o ambos, lo convirtieron en uno de los artistas con mayor regularidad en el establo de DC. Otro proyecto memorable de esos primeros años fue la co-creación, con el guionista Sheldon Mayer, de la Black Orchid original. En 1972, por encargo de Orlando y de Carmine Infantino, viajó de vuelta a Filipinas para reclutar artistas para DC. Un par de años más tarde haría lo mismo para Marvel Comics, siendo el principal responsable de abrirle las puertas a toda una generación de talentosos artistas filipinos.
En Marvel, De Zúñiga y varios de sus compatriotas fueron parte esencial del nacimiento de una serie de títulos con formato de revista, y fue ahí donde se consagró como uno de los mejores entintadores del medio. Sus colaboraciones con John Buscema en Doc Savage, Thor, y Savage Sword of Conan son un gran ejemplo de ello.
En los 1980s regresó a DC para convertirse en el artista regular de Jonah Hex, además de participar en varios otros proyectos, como Arak Son of Thunder, Infinity Inc, All-Star Squadron, V, y Action Comics. También fue durante ese periodo que se convirtió en ilustrador conceptual para SEGA, trabajando con el popular fabricante de videojuegos tanto en América como en Japón. A fines de esa década regresó a Marvel, donde trabajó principalmente como entintador en toda clase de miniseries y proyectos limitados.
Entre sus diferentes ocupaciones en los comics, De Zúñiga se dio tiempo para trabajar como ilustrador freelance en editoriales como McGraw-Hill o Scholastic, además de TSR, para quienes realizó diversas piezas para su popular serie de Dungeons and Dragons. En los 1990s trabajó para Now Comics en varios títulos de licencias, como Green Hornet, The Twilight Zone, Universal Soldier, Freejack, y Mr. T and the T-Force antes de volver a Marvel para otra breve estadía.
Prácticamente retirado del medio, De Zúñiga dedicó la mayor parte de los años siguientes a pintar y realizar algunas comisiones aisladas, además de dar clases de dibujo e ilustración. En 2010 salió del retiro para colaborar con Justin Gray y Jimmy Palmiotti en la excelente novela gráfica Jonah Hex: No Way Back, que se convertiría en su último trabajo publicado en el medio.
En abril pasado el artista sufrió un infarto que lo dejó muy delicado de salud. Tras contraer neumonía y una infección, De Zúñiga fue internado en el Hospital Doctores de las Piñas, en Filipinas, donde permaneció en el ala de terapia intensiva. Al difundirse la noticia de su estado de salud, varios creativos y aficonados de comics iniciaron una campaña para reunir fondos que permitieran pagar su atención, recibiendo una calurosa respuesta tanto en Filipinas como en los Estados Unidos.
Sin embargo, su salud se encontraba ya bastante deteriorada y su recuperación no fue posible. Finalmente, el pasado 11 de mayo, Tony De Zúñiga falleció a los setenta y nueve años de edad.
Descanse en paz.
Como me pesó la muerte de éste creativo. Recuerdo con especial cariño comiquero los números de conan en los que participó y alegrarón mi juventud. Qué el gran capi Marvel lo tenga en su santa gloria!
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